Y AHI ESTABAS! siempre estuviste, con tus letras escandalosamente caóticas
encerrándome en tu melancolía, con la mirada indiferente
llenándome de todo y dejándome odiar a nadie.
Estas ahí, nunca te habías ido, y yo parecía recobrarlo todo
en una canción! QUE HARTADA ESTABA DE TODO! hasta de ti,
debo reconocerlo, me hacías faltas, pero tenia miedo,
de encontrarte y que me envolvieras en tus melódicas manos
me ataras a tu suerte y me soltaras como antes...
Pero las putas frases rebotan y tienes razón
YO TODAVIA ESTOY VIVA!.
por un largo tiempo pensé que había muerto y te había podido dejar a tras
es que me traes tantas alegrías pero a la vez tantos momentos
tristes que preferí esconderte todo este tiempo, pero aun estas ahí dentro de mi
pidiéndome salir y rasguñando mi alma, hasta sangrar! y sonar...
Puta que te extrañaba esas ganas de salir corriendo y abandonarlo todo
de agarrar una mochila como antes, y escaparme...
Y solamente a ti llevarte conmigo, para el momento de sobrevivencia,
para aquel momento en el que quisiera arrepentirme... pero NO!
ya no! Y PUTA QUE SOY FELIZ.
Pero shh... Espero que esta vez me dure.
martes, 30 de noviembre de 2010
miércoles, 17 de noviembre de 2010
Borrador-1
Y la volví a ver… en uno de esos bares que dejamos de frecuentar, en una ciudad desconocida, con otra gente, otra música, otra visión.
Estaba más hermosa que de costumbre, recordé su esplendor como la primera vez que la vi, sentí su aroma rosar mi piel, y sus labios besar mi mejilla.
La recordé como en uno de esos flash back, recostada a mi lado, uno de esos domingo en que el calor sofocante de las mañanas, dejaba ver su piel sudada, empapada de mi, en aquel momento en que las sabanas se traslucían y dejaban ver sus piernas blancas, y su cabello confundido y recostado sobre su espalda.
Se alejo, en ese entonces y se sentó en un grupo unas mesas mas allá, yo acompañado por mi amigo de toda la vida, entre conversación la miraba de reojo, estaba igual que siempre, su ardiente personalidad desbordaba por su risa, por sus miradas sigilosas, en cada movimiento que hacia, la recordaba, y esa luz tipo ambiente, se me hacia muy familiar, en los días de sol, cuando su pelo castaño bailaba al compás del viento.
Nunca entendí porque la deje ir, Tal vez para ese entonces era muy inmaduro.
Ella era una mujer, y yo aun seguía siendo un niño, en el fondo, el aroma de su piel nunca me había abandonado.
Ya era tarde y el efecto del alcohol comenzaba a afectarme y verla ahí, tan bien… me hacia recordar cosas que no valían la pena estas altura, ella debería tener una vida maravillosa, con un hombre que la ame de verdad y que sea capas de dar la vida por estar a su lado.
Y yo era un simple estudiante de música, que mas le podía ofrecer, mi desamor de años anteriores se habían encargado de separarla de mi lado, mis miedo, de arrancarla de mi cama, y todas esas cosas por consiguiente, me abandono.
Ella se había ido, lejos de mi vida, había decidido emprender el vuelo en otra ciudad, dejando todas las penas que la atormentaban en nuestra pequeña ciudad, y desde ese entonces habían pasado muchísimos años.
Pero aun no tenia el valor para pedirle disculpas, para agarrarla de un brazo y llevármela lejos, como soñamos en la plenitud de la adolescencia, ahora entiendo como me quería ella.
Pedimos una cerveza mas, a esas alturas había dejado de escuchar a mi amigo sentado a mi lado, estaba tan pendiente de sus movimientos y ella sabía que la observaba, y se lucia mas, parecía como si brillase entre sus pares, era ella… la misma que deje escapar.
Al pararse, con dirección que desconocía, tuve ganas de seguirla y decirle que la amaba, y después de todos años en soledad lo había entendido, había podido descifrar lentamente lo que era amar, y ella era e fiel reflejo.
Me mantuve sentado, estoico, calculando mis pasos, ella había vuelto, y esta vez no me permitiría dejarla ir.
Volvi con un tipo, alto como a ella le gustaba, el la paseaba de la mano a su lado, lucia a la mujer que tenia al lado, y ella se veía muy feliz con el.
Dude un momento de seguir adelante con esto, como siempre me comencé a cuestionar si lo que quería hacer estaría correcto, si realmente valdría la pena tomarla y llevármela,
Ella se veía muy a gusto al lado del tipo que la acompañaba, el no la soltaba, observe mucho rato a aquel tipo, y sentí que el tenia lo que a mi me falto.
Pero ya habían pasado bastantes años como para seguir igual, realmente después de ella nada fue igual, ninguna de las mujeres que me acompañaron se parecían a ella por la mañana, con las ojeras marcadas en los ojos, pero hasta eso se le veía bien, la sonrisa, el buenos días… nada se parecía a ella, intente reemplazarla, pero al final del día siempre llegaba ella a mi mente, intente rebuscar una mujer como ella, tal vez la idealice demasiado, la mantuve tanto tiempo entre mis manos, que realmente nunca la deje ir, y ella sin querer siempre me acompaño, en cada cosa que hacia estaba ella, con sus ojos castaños, y esa mirada que impedía saber que pensaba, pero que aun así, eran capaces de decirme todo.
Mi amigo, y yo estábamos hace horas en ese bar, y el alcohol estaba mas que haciendo efecto, pedí la ultima cerveza, para la “valentía” y seguí pensando en ella, mis miradas ya no eran disimuladas, y su acompañante se comenzaba a poner incomodo, y junto a eso, la inquietud de ella se hacia mas notoria.
Aprendí a soñar, a imaginarme esos finales de películas, que luego de años los amores imposibles e inmaduros, pero verdaderos se reencuentran, muchas noche me dormí pensando en como seria el reencuentro, porque vivía con la esperanza de encontrarla y un día despertar a su lado, estirar mi brazo y sentir su cintura, sentirme despierto y acurrucarla entre mis brazos.
Pero aquel día había llegado, y cuando Salí de la universidad nunca pensé que aquel día llegaría tan pronto, ella estaba ahí a un par de metros de mi respiración, comencé a dudar mas de la cuenta, tenia miedo… quizás miedo al rechazo, que me diga que ella había sufrido lo suficiente a mi lado, que se encontraba bien y no tenia ni el mas mínimo interés en mi, que mi tiempo había pasado, que ella me había esperado y yo.. me había demorado mucho en volver.
Pero creo que era la primera vez en mi vida, que me pasaría los miedos por la raja, a final de cuentas, el que no se arriesga no cruza el rio… y como de la nada, como si el destino hubiese querido, comenzaron a sonar todas esas canciones que me recordaban a ella, a esos tiempos, en que por las noches nos escondíamos del mundo, comprábamos unas cervezas suficientes para soñar un rato, una cajetilla de cigarros que carretiabamos mas encima por falta de presupuesto, y nos encerrábamos a amarnos, … ahí comprendí que todas esas cosas que se me hacían tan cotidianas, hasta dormir por las tardes eran hermosas y especiales porque estaba ella a mi lado, porque compartíamos secretillos e historias, nos reencontrabamos cada vez que podíamos y de esa forma éramos felices, y no sabes cuanto realmente…
Si era verdad que la rutina me aburría, preferiría que todas las rutinas de mi vida tuvieran su cara, sus manos… que me acompañaran para hacerlas mas hermosas…
Que inmaduro era en ese entonces, en aquel tiempo cuando esas cosas tan corrientes, tan banales hacían de un domingo, de un viernes… los días y las noches más tiernas de mi vida.
No me quedaba mucho de la cerveza, y comencé a fumar de nuevo como cuando lo hacia con ella, el tiempo parecía correr en mi contra, y aun no sentía la suficiente fuerza para atreverme a levantarme y conversar con ella…
Pero recordé , que hace muchos años atrás escribí una lista, un poco exagerada para aquel tiempo, pero que a fin de cuentas siempre me mantuvo con fuerza, la había encontrado, y mucho de lo que decía en ese modesto papel tenia relación con ella, las cartas estaban echadas, era hora de comenzar a hacer mi jugada.
Me levante al baño, pero no quería perderla de vista, deje a mi amigo en aquella mesa, y mientras me dirigía hacia el pasillo que conducía al baño, no podía sacarme de la cabeza su mirada, la de la ultima vez que la vi, me sentí tan culpable… sentía de un momento a otro como la pena me inundaba , pero lo logre, había logrado salir a delante en muchos aspectos y ahora estaba listo para correr tras de ella.
Cuando regrese, me encontré con la sorpresa que se iban, ahí sentí que los segundos se aceleraban mas y yo me quedaba ahí, sentado junto a mi amigo, observando como se marchaba de nuevo, no podía permitirme perderla de nuevo, no después de tantos años, no después de todo…
Tenia tantas ganas de abrazarla fuerte, y arrastrarla detrás mío, aunque suene sicópata , de tomarla en brazos y alejarme de todo y de todos, de raptarla un fin de semana para convencerla en el caso que me negara su amor, yo sabia, estaba seguro que ella aun me amaba, que una mujer así, como ella lo guardaría y lo conservaría… pero aun tenia mis dudas…
Ella se alejaba nuevamente de mi vida, y me sentía inmóvil sentado, apretando el vaso de cerveza y apagando el cigarro, dándole vueltas a todo esto nuevamente…
Las lagrimas, los hasta siempre, los nomeolvides, los teamo eternamente…
Me pare, ella dejaba su estela en el aire, y yo era incapaz de retenerla, aun continuaba acompañada de aquel tipo, que la llevaba de la mano, sentí miedo. Me quede
En lo que me quedaba del vaso de cerveza, sufrí tanto, readjunte todo el sufrimiento prolongado, desde el ultimo día anterior a ese que la había visto, sentí una de esas angustia en las que necesitas salir corriendo… termine de beber, y le pedí a mi compañero que nos fuéramos, que ya no valía la pena continuar ahí, lo acompañe hasta el paradero para que pudiera tomar colectivo, yo estaba algo mareado ya a esas alturas…
Al irse mi compañero, nuevamente me encontraba solo, triste en una ciudad que no conocía, sin ella… y sin nada mas que hacer, caminaba con dirección desconocida, resignándome a que las películas eran una pura y puta mentira, que las cosas que suceden ahí, no suceden en realidad…
Seguí caminando… me senté en el borde de la costanera, pensé en ella, cerré los ojos y pedí la ultima oportunidad…
Me fume el ultimo cigarro que me quedaba, recuestionandome que los cambios realmente se demoran bastante, y que nunca había dejado de ser un niño asustado a estos , seguía siendo el mismo de siempre, y me entristecía un poco darme cuenta que había perdido el tiempo.
Estaba por terminar aquel cigarro, solté una que otra lagrima, la recordé nuevamente y alguien toco mi espalda…. Me la acaricio con sus dulces manos, sentí ese escalofrió helado rosar mi piel, era ella…
Me di vuelta, y me miro con esos ojos de noseque, no la había olvidado… no la había dejado de amar, y ella tampoco a mi.
No me dirigió ninguna palabra, se quedo parada frente a mi, penetrando su mirada en mi alma, se acerco lentamente… tomo mis manos y mi cara, me acaricio el pelo, y me dijo
Aquí estoy, he vuelto.
Estaba más hermosa que de costumbre, recordé su esplendor como la primera vez que la vi, sentí su aroma rosar mi piel, y sus labios besar mi mejilla.
La recordé como en uno de esos flash back, recostada a mi lado, uno de esos domingo en que el calor sofocante de las mañanas, dejaba ver su piel sudada, empapada de mi, en aquel momento en que las sabanas se traslucían y dejaban ver sus piernas blancas, y su cabello confundido y recostado sobre su espalda.
Se alejo, en ese entonces y se sentó en un grupo unas mesas mas allá, yo acompañado por mi amigo de toda la vida, entre conversación la miraba de reojo, estaba igual que siempre, su ardiente personalidad desbordaba por su risa, por sus miradas sigilosas, en cada movimiento que hacia, la recordaba, y esa luz tipo ambiente, se me hacia muy familiar, en los días de sol, cuando su pelo castaño bailaba al compás del viento.
Nunca entendí porque la deje ir, Tal vez para ese entonces era muy inmaduro.
Ella era una mujer, y yo aun seguía siendo un niño, en el fondo, el aroma de su piel nunca me había abandonado.
Ya era tarde y el efecto del alcohol comenzaba a afectarme y verla ahí, tan bien… me hacia recordar cosas que no valían la pena estas altura, ella debería tener una vida maravillosa, con un hombre que la ame de verdad y que sea capas de dar la vida por estar a su lado.
Y yo era un simple estudiante de música, que mas le podía ofrecer, mi desamor de años anteriores se habían encargado de separarla de mi lado, mis miedo, de arrancarla de mi cama, y todas esas cosas por consiguiente, me abandono.
Ella se había ido, lejos de mi vida, había decidido emprender el vuelo en otra ciudad, dejando todas las penas que la atormentaban en nuestra pequeña ciudad, y desde ese entonces habían pasado muchísimos años.
Pero aun no tenia el valor para pedirle disculpas, para agarrarla de un brazo y llevármela lejos, como soñamos en la plenitud de la adolescencia, ahora entiendo como me quería ella.
Pedimos una cerveza mas, a esas alturas había dejado de escuchar a mi amigo sentado a mi lado, estaba tan pendiente de sus movimientos y ella sabía que la observaba, y se lucia mas, parecía como si brillase entre sus pares, era ella… la misma que deje escapar.
Al pararse, con dirección que desconocía, tuve ganas de seguirla y decirle que la amaba, y después de todos años en soledad lo había entendido, había podido descifrar lentamente lo que era amar, y ella era e fiel reflejo.
Me mantuve sentado, estoico, calculando mis pasos, ella había vuelto, y esta vez no me permitiría dejarla ir.
Volvi con un tipo, alto como a ella le gustaba, el la paseaba de la mano a su lado, lucia a la mujer que tenia al lado, y ella se veía muy feliz con el.
Dude un momento de seguir adelante con esto, como siempre me comencé a cuestionar si lo que quería hacer estaría correcto, si realmente valdría la pena tomarla y llevármela,
Ella se veía muy a gusto al lado del tipo que la acompañaba, el no la soltaba, observe mucho rato a aquel tipo, y sentí que el tenia lo que a mi me falto.
Pero ya habían pasado bastantes años como para seguir igual, realmente después de ella nada fue igual, ninguna de las mujeres que me acompañaron se parecían a ella por la mañana, con las ojeras marcadas en los ojos, pero hasta eso se le veía bien, la sonrisa, el buenos días… nada se parecía a ella, intente reemplazarla, pero al final del día siempre llegaba ella a mi mente, intente rebuscar una mujer como ella, tal vez la idealice demasiado, la mantuve tanto tiempo entre mis manos, que realmente nunca la deje ir, y ella sin querer siempre me acompaño, en cada cosa que hacia estaba ella, con sus ojos castaños, y esa mirada que impedía saber que pensaba, pero que aun así, eran capaces de decirme todo.
Mi amigo, y yo estábamos hace horas en ese bar, y el alcohol estaba mas que haciendo efecto, pedí la ultima cerveza, para la “valentía” y seguí pensando en ella, mis miradas ya no eran disimuladas, y su acompañante se comenzaba a poner incomodo, y junto a eso, la inquietud de ella se hacia mas notoria.
Aprendí a soñar, a imaginarme esos finales de películas, que luego de años los amores imposibles e inmaduros, pero verdaderos se reencuentran, muchas noche me dormí pensando en como seria el reencuentro, porque vivía con la esperanza de encontrarla y un día despertar a su lado, estirar mi brazo y sentir su cintura, sentirme despierto y acurrucarla entre mis brazos.
Pero aquel día había llegado, y cuando Salí de la universidad nunca pensé que aquel día llegaría tan pronto, ella estaba ahí a un par de metros de mi respiración, comencé a dudar mas de la cuenta, tenia miedo… quizás miedo al rechazo, que me diga que ella había sufrido lo suficiente a mi lado, que se encontraba bien y no tenia ni el mas mínimo interés en mi, que mi tiempo había pasado, que ella me había esperado y yo.. me había demorado mucho en volver.
Pero creo que era la primera vez en mi vida, que me pasaría los miedos por la raja, a final de cuentas, el que no se arriesga no cruza el rio… y como de la nada, como si el destino hubiese querido, comenzaron a sonar todas esas canciones que me recordaban a ella, a esos tiempos, en que por las noches nos escondíamos del mundo, comprábamos unas cervezas suficientes para soñar un rato, una cajetilla de cigarros que carretiabamos mas encima por falta de presupuesto, y nos encerrábamos a amarnos, … ahí comprendí que todas esas cosas que se me hacían tan cotidianas, hasta dormir por las tardes eran hermosas y especiales porque estaba ella a mi lado, porque compartíamos secretillos e historias, nos reencontrabamos cada vez que podíamos y de esa forma éramos felices, y no sabes cuanto realmente…
Si era verdad que la rutina me aburría, preferiría que todas las rutinas de mi vida tuvieran su cara, sus manos… que me acompañaran para hacerlas mas hermosas…
Que inmaduro era en ese entonces, en aquel tiempo cuando esas cosas tan corrientes, tan banales hacían de un domingo, de un viernes… los días y las noches más tiernas de mi vida.
No me quedaba mucho de la cerveza, y comencé a fumar de nuevo como cuando lo hacia con ella, el tiempo parecía correr en mi contra, y aun no sentía la suficiente fuerza para atreverme a levantarme y conversar con ella…
Pero recordé , que hace muchos años atrás escribí una lista, un poco exagerada para aquel tiempo, pero que a fin de cuentas siempre me mantuvo con fuerza, la había encontrado, y mucho de lo que decía en ese modesto papel tenia relación con ella, las cartas estaban echadas, era hora de comenzar a hacer mi jugada.
Me levante al baño, pero no quería perderla de vista, deje a mi amigo en aquella mesa, y mientras me dirigía hacia el pasillo que conducía al baño, no podía sacarme de la cabeza su mirada, la de la ultima vez que la vi, me sentí tan culpable… sentía de un momento a otro como la pena me inundaba , pero lo logre, había logrado salir a delante en muchos aspectos y ahora estaba listo para correr tras de ella.
Cuando regrese, me encontré con la sorpresa que se iban, ahí sentí que los segundos se aceleraban mas y yo me quedaba ahí, sentado junto a mi amigo, observando como se marchaba de nuevo, no podía permitirme perderla de nuevo, no después de tantos años, no después de todo…
Tenia tantas ganas de abrazarla fuerte, y arrastrarla detrás mío, aunque suene sicópata , de tomarla en brazos y alejarme de todo y de todos, de raptarla un fin de semana para convencerla en el caso que me negara su amor, yo sabia, estaba seguro que ella aun me amaba, que una mujer así, como ella lo guardaría y lo conservaría… pero aun tenia mis dudas…
Ella se alejaba nuevamente de mi vida, y me sentía inmóvil sentado, apretando el vaso de cerveza y apagando el cigarro, dándole vueltas a todo esto nuevamente…
Las lagrimas, los hasta siempre, los nomeolvides, los teamo eternamente…
Me pare, ella dejaba su estela en el aire, y yo era incapaz de retenerla, aun continuaba acompañada de aquel tipo, que la llevaba de la mano, sentí miedo. Me quede
En lo que me quedaba del vaso de cerveza, sufrí tanto, readjunte todo el sufrimiento prolongado, desde el ultimo día anterior a ese que la había visto, sentí una de esas angustia en las que necesitas salir corriendo… termine de beber, y le pedí a mi compañero que nos fuéramos, que ya no valía la pena continuar ahí, lo acompañe hasta el paradero para que pudiera tomar colectivo, yo estaba algo mareado ya a esas alturas…
Al irse mi compañero, nuevamente me encontraba solo, triste en una ciudad que no conocía, sin ella… y sin nada mas que hacer, caminaba con dirección desconocida, resignándome a que las películas eran una pura y puta mentira, que las cosas que suceden ahí, no suceden en realidad…
Seguí caminando… me senté en el borde de la costanera, pensé en ella, cerré los ojos y pedí la ultima oportunidad…
Me fume el ultimo cigarro que me quedaba, recuestionandome que los cambios realmente se demoran bastante, y que nunca había dejado de ser un niño asustado a estos , seguía siendo el mismo de siempre, y me entristecía un poco darme cuenta que había perdido el tiempo.
Estaba por terminar aquel cigarro, solté una que otra lagrima, la recordé nuevamente y alguien toco mi espalda…. Me la acaricio con sus dulces manos, sentí ese escalofrió helado rosar mi piel, era ella…
Me di vuelta, y me miro con esos ojos de noseque, no la había olvidado… no la había dejado de amar, y ella tampoco a mi.
No me dirigió ninguna palabra, se quedo parada frente a mi, penetrando su mirada en mi alma, se acerco lentamente… tomo mis manos y mi cara, me acaricio el pelo, y me dijo
Aquí estoy, he vuelto.
jueves, 11 de noviembre de 2010
...
No se realmente, cuando dejo de amarme, realmente... o si lo hace todavía...
Esto me esta doliendo mas de la cuenta, y en cada letra y palabra que completo
me cuesta mas respirar.
- " vete, piensa... si me amas vuelve, y si no es así... Sigue tu camino"
Creo que han sido las palabras mas triste que he podido pronunciar, pero como
entendí, muchas veces debemos hacer lo correcto, que por cierto no es
lo mismo que hacer las cosas bien.
Yo debo contenerme estoica aun, pero me siento tan frágil, tan vulnerable
tan caótica, y escucho una de esas canciones cursis, llenas de energía que me recuerdan a el,
a esas noches interminables, a esos amaneceres cálidos, llenos de amor y de promesas
eternas, aquel tiempo, en el que me desvanecía entre sus brazos, me perdía entre sus manos,
amaba su amor y con la fuerza que lo hacia, Admiraba esa facilidad que tenia
para hacer que lo ame, y que olvide todo, Cuando de la nada sacaba fuerzas para correr
hacia donde fuera y contra quien sea y arrastrarme detrás de él, pero como una canción,
todo termina.
Y lo único que uno se puede llevar al emprender un viaje, son recuerdos...
Vacios, ilusiones rotas, promesas sin cumplir, y toda esa clase de cosas
que uno inicia en una relación.
Las canciones inundan mi mandita cabeza de recuerdos, de esos
viajes fugaces sin moverme de un lugar, de los juegos prohibidos y todas esas
cosas que, no se si sea bueno recordar ahora.
dormiré con esa puta angustia, esta y las noche que le seguirán, y pensare en él.
Tendré ganas de ir por el nuevamente, de amarrarlo a mi, y no dejarlo ir mas...
Pero no esta bien, el también sufre, y no es justo ni para mi ni para el.
serán días difíciles, tardes complicadas en ausencia, deberé rellenar todos esos
vacios que me dejará el, tendré que reacostumbrarme a dormir sola, a cargar con mis mañas
sola, y odiarme y quererme y volver a odiarme, y querer salir corriendo para no verme mas, y aguantarme.
Serán momento de tempestad, de abruptos sentimientos, de momentos vacios,
y de cuestionamiento, ... pero ¿Se supone que esto es parte del proceso?,
-Debe ser así.
A veces me siento a pensar, en aquellos viajes en micro, que son los máximos
alumbramientos existenciales que puedo tener,
y pienso, hay tantas parejas que se mantiene fuerte, abrazadas bajo la lluvia,
-¡Eso debe ser amor puro, sincero y de verdad!
y yo, que al mas leve suspiro del viento, salgo arrancando lejos
y él que no es capaz de detenerme, y pienso...
El no me ama, y me siento peor.... Por lo mismo evito andar en esos
transportes, mantenerme ocupada con gente, o con mis animales,
me distraigo retomando aquellas prácticas olvidadas de mi,
como la pintura, o esto.. Recordarte rincón.
porque es verdad, me siento sola.. Y no hay nadie que me abrace, ni me abrigue
en esta fría noche de primavera.
Pero todo es mental, la soledad solemos asimilarla a la ausencia de la persona que debería
estar presente, porque mal que mal... uno siempre tiene a alguien, hasta uno mismo.
Así terminara esta velada, yo teniendo que retomar las lecturas,
el arrancando de mi, enangostando el camino cada vez mas, odiando sentir,
extrañándolo, y recordando su cuerpo, su olor a mi lado...
Amándolo, y desgarrándolo de mi...
Esto me esta doliendo mas de la cuenta, y en cada letra y palabra que completo
me cuesta mas respirar.
- " vete, piensa... si me amas vuelve, y si no es así... Sigue tu camino"
Creo que han sido las palabras mas triste que he podido pronunciar, pero como
entendí, muchas veces debemos hacer lo correcto, que por cierto no es
lo mismo que hacer las cosas bien.
Yo debo contenerme estoica aun, pero me siento tan frágil, tan vulnerable
tan caótica, y escucho una de esas canciones cursis, llenas de energía que me recuerdan a el,
a esas noches interminables, a esos amaneceres cálidos, llenos de amor y de promesas
eternas, aquel tiempo, en el que me desvanecía entre sus brazos, me perdía entre sus manos,
amaba su amor y con la fuerza que lo hacia, Admiraba esa facilidad que tenia
para hacer que lo ame, y que olvide todo, Cuando de la nada sacaba fuerzas para correr
hacia donde fuera y contra quien sea y arrastrarme detrás de él, pero como una canción,
todo termina.
Y lo único que uno se puede llevar al emprender un viaje, son recuerdos...
Vacios, ilusiones rotas, promesas sin cumplir, y toda esa clase de cosas
que uno inicia en una relación.
Las canciones inundan mi mandita cabeza de recuerdos, de esos
viajes fugaces sin moverme de un lugar, de los juegos prohibidos y todas esas
cosas que, no se si sea bueno recordar ahora.
dormiré con esa puta angustia, esta y las noche que le seguirán, y pensare en él.
Tendré ganas de ir por el nuevamente, de amarrarlo a mi, y no dejarlo ir mas...
Pero no esta bien, el también sufre, y no es justo ni para mi ni para el.
serán días difíciles, tardes complicadas en ausencia, deberé rellenar todos esos
vacios que me dejará el, tendré que reacostumbrarme a dormir sola, a cargar con mis mañas
sola, y odiarme y quererme y volver a odiarme, y querer salir corriendo para no verme mas, y aguantarme.
Serán momento de tempestad, de abruptos sentimientos, de momentos vacios,
y de cuestionamiento, ... pero ¿Se supone que esto es parte del proceso?,
-Debe ser así.
A veces me siento a pensar, en aquellos viajes en micro, que son los máximos
alumbramientos existenciales que puedo tener,
y pienso, hay tantas parejas que se mantiene fuerte, abrazadas bajo la lluvia,
-¡Eso debe ser amor puro, sincero y de verdad!
y yo, que al mas leve suspiro del viento, salgo arrancando lejos
y él que no es capaz de detenerme, y pienso...
El no me ama, y me siento peor.... Por lo mismo evito andar en esos
transportes, mantenerme ocupada con gente, o con mis animales,
me distraigo retomando aquellas prácticas olvidadas de mi,
como la pintura, o esto.. Recordarte rincón.
porque es verdad, me siento sola.. Y no hay nadie que me abrace, ni me abrigue
en esta fría noche de primavera.
Pero todo es mental, la soledad solemos asimilarla a la ausencia de la persona que debería
estar presente, porque mal que mal... uno siempre tiene a alguien, hasta uno mismo.
Así terminara esta velada, yo teniendo que retomar las lecturas,
el arrancando de mi, enangostando el camino cada vez mas, odiando sentir,
extrañándolo, y recordando su cuerpo, su olor a mi lado...
Amándolo, y desgarrándolo de mi...
martes, 9 de noviembre de 2010
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
